martes, abril 13, 2010

El paredón: Paulette, Scherer y Zambada


Sujeto la piedra, pero no la lanzo. La observo, miro sus formas y pienso en el daño que causaría al caer en una cabeza ajena, en la sien quizá, en la mía. Todos, piedra en mano. Al frente, quien se atrevió a publicar la foto de Paulette - leí por ahí, lívida, fría, muerta-.


La foto de Paulette fue publicada por Milenio el 6 de abril, en el portal web del diario>. En seguida, una ola de comentarios acusaron al medio de “sensacionalista” y carente de “ética periodística”. El eco retumbó, más en las redes sociales. En Twitter nadie calló al respecto.


Lo admito. No me gustaría ver publicada la foto de un familiar o ser querido muerto. Sin embargo, el debate que surgió en torno a la imagen de Paulette Gebara Farah me parece erróneo y, en la mayoría de los casos, hipócrita y romántico; sobre todo el que se originó desde el gremio periodístico.


Erróneo, porque la foto misma es un material periodístico que no puede ser omitido ni escondido. Ocultar información puede no distar de mentir.


Un debate que se perfile para un cambio pragmático y eficaz debe pensarse e iniciarse con sinceridad. Un medio de comunicación es una empresa de información. Responde a intereses que ahora, más allá de los ideológicos, son los del capital. Sin embargo, lo anterior debe lograr un equilibrio con la urgencia por la elaboración de contenidos periodísticos de calidad. Con valor informativo y humano, éstos no pueden ser por más tiempo ausentes.


¿Cómo logramos esa mediación? Es la pregunta.


El reclamo por la foto de Paulette se quedó estancado en el romántico dilema moral, sin ofrecer la oportunidad de replantear los paradigmas que rigen el periodismo mexicano. Medios y lectores no ahondaron en la exigencia de un debate puntual y eficiente que, en efecto, replanteara la labor de los medios en México.


Decir que urge un cambio en el Periodismo mexicano es igual a nada, sino se establecen los puntos que lectores y medios han de modificar. Las prácticas que hay que evitar y las que es preferible y conveniente fomentar.


La ‘narcoentrevista’, dicen


Redes sociales, protagonismo. EL 3 de abril un nuevo debate surgió en Facebook y Twitter. #Scherer-Zambada se colocó entre los tópicos más socorridos, cuando la Revista Proceso publicó el relato de un encuentro entre el periodista y el capo.


Ante la sorpresa de muchos, el disgusto de otros y la envidia de otros más, Julio Scherer e Ismael “el Mayo” Zambada sostuvieron un encuentro en un lugar desconocido. El ‘narco’ lo pidió.


El primer disgusto sobre el producto periodístico de dicho encuentro tuvo su origen en el dilema de cualquier estudiante de Géneros Periodísticos.. ¿Entrevista, crónica…cuento quizá?

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