martes, marzo 02, 2010

De ese bolero, y yo


Foto: Lucas Jackson/ Reuters

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:

La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.


Julio Cortázar

Y, ¿ a poco no?

Les dejo también el video de la canción que tarareo sin cesar.

3 comentarios:

  1. Leí, pensé, escuché, y seguí escuchando. Te invito los cafés que quieras.

    ResponderEliminar
  2. Sigamos compartiendo, entonces. Gracias por leerme. :)

    ResponderEliminar
  3. Cortazar, hijole! A veces es difícil de entender, pero este fragmento medio poético me agradó. No sé por qué me sonó familiar.
    Me gustaría que próximamente publicaras algo de los cronopios, no de la revista, si no del libro, Historia de cronopios y de famas. Confieso que no lo he leido, pero por recomendación sé lo general.
    Ojalá pudieras darle seguimiento a algún autor de vez en cuando y resaltar alguno que otro dato curioso.
    La canción cambia radicalmente el texto cuando lo lees. Pone un buen ambiente y eso punto a tu favor. Obvio no va con todas las entradas, pero cuando no sea tan seria la cosa, puede ir una que otra canción. Ahora yo tarareo...
    Creo que sería agradable que te aventuraras a escribir algo así con tus palabras, seguro sería buen ejercicio.

    ResponderEliminar