
domingo, octubre 10, 2010
Cada mes

jueves, octubre 07, 2010
Vendo guión para película de terror chafa

Éste si fue un sueño digno de ser contado. A’i les va. Sólo comprendan, las imágenes son difusas.
Escena 1.
Sergio y yo. Él maneja rápidamente. Es de noche. Para. Llegamos a un pueblo que sí recuerdo, es real: San Bartolo Morelos. En la calle principal comenzamos a caminar, aún es de noche. Pasamos frente a la Escuela Primaria del lugar, dentro se escucha música, música ‘triste’.
Escena 2.
En esa misma calle una persona nos persigue, quiere romper los vidrios del coche de Sergio, pero en el intento se entierra un pico, o algo así, en el pecho. Cae al sueño. Yo, asustadísima.
Escena 3.
Un hombre llega al lugar con una mujer, supuse que era su esposa. Tienen aspecto de zombies, abstraídos totalmente. El hombre raro nos invita a pasar a tomar una taza con café. Aceptamos.
Su casa está justo al lado de donde el otro hombre agoniza. Ya dentro, (esto sí me dio mucho miedo) un montón de hombres deformes, enfermos, locos, no sé cómo describirlos, nos comenzaron a rodear, querían saludarnos al parecer, pero eran realmente horribles.
El hombre explicó que eran sus hijos, que todos habían nacido así. Intentó tener un hijo “normal” pero no pudo. Su esposa estaba enferma.
Escena 4.
Un zopilote o no sé qué ave de ese tipo me lleva cargando. Según me llevará a mi casa. Volamos, hay mucha niebla, es de noche, tengo frío. Le digo que por favor no se vaya por el bosque, sino por la carretera. Acepta.
Yo pienso que es una bruja.
Escena 5. Sueño segundo.
Mi casa es el centro de operaciones de Milenio.com.
Yo trabajo limpiando la cocina porque la inundé. Sí, estaba llena de agua. Con un trapo limpié la zona del fregadero y con una tacita intenté echar fuera toda el agua que estaba en el piso.
Llega Arlen a contarme –no recuerdo qué- y dice que no trabajará porque su responsabilidad no es hacer quehacer.
Tocaron la puerta, desperté. ¿Interpretaciones?
Pd. Problemas con los tiempos.
domingo, octubre 03, 2010
No daré nombres

Eres vital, pero a veces te quiero lejos. No me escribas, no me cuentes. No quiero sentir más que me envidias y, a la par, deseas mirarme desde arriba.
Y luego todo cambia, porque sólo tú sabes quién soy. Deseo tomar tu mano y escuchar que me llamas, que me necesitas. Quiero ser nosotras. Otra vez.
Escríbeme. Aquí estoy. Te leo. Te miro. Te sigo. A veces me hablas, luego no respondes.
Lejos no tan lejos. Eres una idea sin sustancia, pero te quiero alcanzar. Y pienso que un día no querrás dejar de mirarme. Y estarás.
Para ti soy un caso perdido. Me embriagas, me pierdo. Todo gira y es raudo a tu lado. Y enloquezco contigo. De ti.
No tengo un tumor cerebral
Hay una oscura neblina que juega conmigo. Viene, me asfixia, vuelve el mundo blanco y negro. Sin avisar se va. Y rio. Y salto. Todo es multicolor.
Y puedo ver las estrellas sin miedo, alcanzarlas. Efímera ilusión. Pero sonrío, me enamoro, corro. Y no paro.
Apenas leí que una mujer era tremendamente feliz. Mucho. Tenía un tumor cerebral. Yo no tengo uno.